Jorge Muñiz se escucha feliz cuando comparte el buen sendero que ha tomado su hijo Áxel en su carrera musical, dice que lo aconseja, que lo motiva a echarle ganas, a entender que no es una profesión fácil y que todos los días le tiene que poner empeño a este trabajo que es de resistencia.
“Quizá no soy el más popular, pero me siento muy querido”, dijo, pero al preguntarle si ahora entiende la actitud de su padre, Marco Antonio Muñiz, cuando en su momento, él decidió emular sus pasos y dedicarse a la música, de inmediato, responde. “Mi papá era más fuerte y directo, pero se lo agradezco porque yo, así que digas obediente, nunca fui, nunca tuve esa virtud de hacer caso cuando tenía que tomar decisiones importantes, siempre fui muy aventado y más salvaje en muchas cosas, pero cuando mi papá me tomaba del brazo y me decía: ‘Ven pa’ca’, yo sabía que era una regañada, pero con muy buena intención, y es algo que le agradezco, porque además siempre lo hizo a solas, él y yo, porque una persona que te da un regaño con estadio lleno, hace mucho daño”.
Además, Coque reconoce que si bien es cierto que los tres han estado en la música, se trata de personalidades diferentes, que viven etapas muy distintas. No obstante, está consciente que la historia de su padre ayuda.
“Por ahí dicen que el apellido no debe pesar, sino cobijar. Y es cierto. Aunque lo padre es que es un mundo musical diferente el que vivió mi papá, el que viví yo, y el que viven ahora los chavos. Hay un abismo enorme en cuanto a formas, medidas, estrategias de triunfo; son tres generaciones diferentes, con el mismo objetivo que es la música, pero con tres caminos que no se parecen el uno al otro”, dice en entrevista.
Sin embargo, tanto él como Áxel reconocen que la disciplina, el respeto y la solidaridad que han distinguido a Marco Antonio Muñiz ha traspasado las generaciones.
“Mi papá es una persona que tiene cosas muy lindas, es un hombre que viene de una cuna muy humilde y siempre ha sido muy generoso con sus compañeros, y eso me encanta. Otra cosa que admiro es el respeto al escenario, el estar siempre bien bañado, bien dormido, bien peinado y con una muy buena loción, para que la gente que se acerque, diga: ‘A lo mejor canta feo, pero qué rico huele’ (risas). No, la verdad, siempre ha sido muy pulcro. De ahí y de su voz viene el mote de El lujo de México que le puso don Mario Riaño, un periodista de hace muchos años (qepd)”.
Nueva generación
Áxel coincide con su padre y comparte que la mejor enseñanza de su abuelo se gestó cuando le permitió acompañarlo en la gira del adiós que hicieron por toda la República.
“Así que era una convivencia de carreteras, de aviones, de antes, durante y después del escenario, lo disfruté más que nunca, viví cómo se preparaba, cómo se vestía, la disciplina que aplicaba a todo lo que hacía, así que el aprendizaje fue mucho”, dijo.
Aunque el menor de los Muñiz destaca que esa disciplina y pasión por su carrera también la ha adoptado de su padre, quien siempre le dice que debe tener paciencia.
“Que esta profesión es muy complicada y que debo disfrutar cada momento y no desesperarme porque no funcione una canción, sino que le eche todas las ganas para que las cosas vayan funcionando poco a poco”, afirma.
Este año, por la situación de emergencia debido al covid-19, los Muñiz festejarán de manera diferente el Día del Padre.
“Difícilmente nos podremos reunir con mi abuelo, lo felicitaremos por teléfono, y con mi papá, pues quizá hagamos una paella o una carne asada, que es lo que le gusta”, dice Áxel, mientras que Coque comparte que al igual que todos, su “jefe” ya está desesperado por no poder salir.
“Y está flaquito porque tuvo un problema de muelas y no comía bien, pero en general sigue siendo un lujo”, agrega.
Regalo de corazón
Jorge dice que hace tiempo le escribió una canción a su padre, que muy bien puede ser un regalo para este día.
“Hace tiempo le escribí un tema a mi papá para su cumpleaños. Se llama ‘Aún hay Tiempo’. En ese momento yo estaba grabando un disco de boleros con Jorge Avendaño y le dije que la quería grabar para regalarsela a mi papá, pero me sorprendió cuando vi que la incluyó en el disco sin que me dijera. Es un tema muy bonito que redacté desde el corazón y queda bien para esta fecha. Usualmente no es bueno que cuando cantes, llores, porque dicen que la voz se te quiebra, pero cuando lo grabé me ganó el sentimiento”, reveló.
abp