Ciudad de México, 28 septiembre de 2021.- El artista visual y filósofo Federico Kampf ofreció este fin de semana su última exposición, The Last Call, en Lomas de Chapultepec, antes de irse a vivir a Dubái. “He realizado obra monumental en Italia, Cuba y Estados Unidos, ahora recibí la invitación por parte de empresarios de aquí que tienen sociedades con empresarios de Emiratos Árabes, tanto de Dubái como de Abu Dabi.
Me invitaron a realizar una obra monumental, les interesó mucho la parte de mi arte académico”, dice el creador mexicano.
Asegura que propondrá una obra creada con física cuántica pero mezclando la ciencia con el arte.
“La materia prima de mi obra artística es la filosofía, no concibo el arte sin una tesis que sea un sustrato de la obra, es decir, quiero que la gente reflexione, que tenga conciencia de sí mismo en el aquí y en el ahora”.
Dice que llegará a Dubái y empezará desde cero. Lo primero por hacer es identificar el lugar donde se ubicará su obra monumental, la cual proyecta como un mural holográfico que aspira a ser “el más grande del mundo”.
“Es un mural que haré con las técnicas académicas pero con un sentido filosófico y en el que el espectador, conforme se mueva, pueda tener diferentes experiencias. Me gusta generar experiencias kinestésicas, envolver a las personas en el mural.
Al final será la mitad pintura y la mitad arquitectura para generar diversas experiencias en el observador”. Su deseo es propiciar reacciones entre los espectadores. Cuenta que en Roma algunas personas que asistieron a la inauguración lloraban y comentaron estar muy conmovidas.
“Tu obra puede gustar o no gustar, pero siempre debe estar bien hecha y proyectar sentimientos, emociones e invitar a la reflexión, ya que es un arte vivo”.
El mural que pintará en Dubái abordará el tema de la migración, aunque todavía trabaja en la conceptualización del discurso narrativo de la obra, misma que estará acompañada de una escultura.
“La migración es un fenómeno antropológico, social, ético, estético y político, entonces qué mejor que en Dubái, esta ciudad cosmopolita, en la que 90 por ciento de la población es extranjera. Aquí se están haciendo las obras más grandes del mundo, entonces creo que mi obra queda perfecta”.
Se define como amante del claroscuro y del tenebrismo, y como un artista que le encanta conjuntar las líneas del arte clásico con las del contemporáneo.
Con información de Milenio.