Ciudad de México, 5 de abril de 2022.- Hace 40 años el joven Gary Oldman debutaba como actor en Remembrance y hoy es uno de los rostros más importantes y respetados del panorama fílmico.
Nominado por primera vez al Oscar hace diez años, ganó en 2018 la estatuilla dorada por la interpretación de Winston Churchill.Ha trabajado en 108 producciones, destacando la cinta Nil by Mouth, que marcó su debut como director. Ahora estrena la serie de suspenso Slow Horses, disponible en Apple TV+.
“¡Cuarenta años haciendo una misma cosa, ya he de tener algo de experiencia! Lo curioso es que hace diez años consideré retirarme porque sentía que ya había hecho todas las emociones que se tenían que interpretar como actor, que ya había descubierto todo, sin embargo, lo interesante de este trabajo es que de pronto llegan nuevos proyectos que me revitalizan.
“Así me pasó con Slow Horses, con el personaje que me ofrecieron, de una gran calidad, que me recordó por qué quiero seguir haciendo esto”, contó Gary Oldman a Excélsior en una charla virtual desde Londres.
Tras haber diversificado su carrera en teatro, cine y televisión, Oldman, hoy de 64 años, se suma a los contenidos de las plataformas. Ahora interpreta a Jackson Lamb, un agente relegado, sumamente inteligente, irreverente, alcohólico, sucio, de aspecto desaliñado del Servicio de Inteligencia del Reino Unido, que tiene a su cargo a un grupo de agentes venidos a menos a los que han mandado a la Slough House, la casa de castigo de los agentes que han cometido errores.
“Ha sido una delicia interpretarlo. Es el personaje más rudo que he hecho en mi carrera. Parece que proviene del caos, siempre trae el cabello grasoso, su ropa está sudada, es un tipo rudo, pegajoso, como su propio auto, no trata de aparentar nada y da la impresión de que se ha dado por vencido, que está abandonado, que está viendo el reloj para ver a qué hora llega su jubilación, sin embargo, detrás de ese caos hay una mente increíble”.
Slow Horses, serie original de Apple TV+, está basada en la novela homónima de Mick Herron publicada en 2010 que se adentra en el género del espionaje a partir de personajes poco convencionales, entre los que se encuentra River Cartwright, joven con ambiciones e intelecto que cayó en el desprestigio al haber cometido un error, interpretado por Jack Lowden.
“La gente está obsesionada con el mundo del espionaje. Creo que está tomando cada vez más relevancia y por lo mismo es un buen momento para nuestra serie. No importa en qué país vivas, siempre buscamos que nos protejan, pero no sabemos quiénes son los que lo hacen y es agradable echarle un vistazo a cómo son las vidas de los agentes secretos. Estoy convencido de que éste es un gran proyecto dentro del género”, contó Jack Lowden, quien interactúa en la historia con el personaje de Oldman.
Bajo la dirección de James Hawes (Black Mirror, The Alienist), la primera temporada de seis capítulos nos adentra en el mundo de ocho perdedores que se ven involucrados de manera indirecta con en el secuestro de un joven paquistaní. A partir de este hecho, van saliendo a la luz los juegos sucios de gente importante.
Olivia Cooke (a quien hemos visto en Ready Player One o Sound of Metal), junto a Kristin Scott Thomas, Saskia Reeves y Rosalind Eleazar representan en Slow Horses al género femenino de una manera real, compleja y al mismo tiempo inteligente. “¿Los chicos sabían que nuestros personajes son más inteligentes que los suyos? La verdad, siempre es divertido reinterpretar algo que ocurre en la vida real porque las mujeres suelen ser más capaces que los hombres. En Slow Horses vemos justo eso y nos adentramos en personajes femeninos complejos que lidian todos los días, y no quiero ofender, con los egos masculinos, además la gran mayoría de las veces son las que tienen que resolver las situaciones”, reflexionó Olivia Cooke, quien le da vida a la agente Sid Baker.
Al haber sido parte de algunas ceremonias del Oscar y tras lo acontecido en la edición 94 del Premio de la Academia, Gary Oldman compartió el momento que más recuerda de cuando ganó el Oscar.
“Es cuando dijeron mi nombre. Helen Mirren y Jane Fonda fueron las que entregaron el Oscar y recuerdo que Jane Fonda, que es de la vieja escuela, en vez de decir ‘Y el Oscar va para’ dijo ‘El ganador es’ y mencionó mi nombre. El tiempo se detuvo para mí y fue lo más bizarro, pues estando sentado, viendo hacia el escenario, tienes una perspectiva, pero una vez que subes al estrado, tu perspectiva es otra, algo cambia”, recordó Oldman.
Redacción Sociales 3.0