Guanajuato, 30 mayo de 2022.- Después de 27 años de dar servicio turístico, fue cerrado uno de los balcones más emblemáticos del estado de Guanajuato, El Balcón de Ana, lugar que por muchos años dio vida al Callejón del Beso y al amor de muchos turistas.
Fue el pasado sábado 28 de mayo que el famoso callejón cerró sus puertas amanera de protesta por los presuntos casos de hostigamiento y violencia por parte de un grupo de fotógrafos quienes comenzaron a lucrar con la toma de fotografías debajo del balcón de acuerdo con Norma Luz Gámez, propietaria del lugar.
Luego de recibir las agresiones por parte de ocho fotógrafos que se encuentran debajo de uno de los balcones, y después de casi un año y medio de no llegar a ningún acuerdo, Norma Luz Gámez decidió acudir a las autoridades a proceder legalmente por las agresiones de los fotógrafos quienes se consideran exclusivos para explotar imágenes.
“Comenzaron a hostigar a mi personal, palabras verbales, siempre denostando nuestro trabajo, de hecho los jóvenes que trabajan conmigo, la mayoría son estudiantes y ellos dependen económicamente para sus carreras de este lugar”, explicó.
Mientras tanto el balcón contrario esta totalmente abierto pues como menciona Norma Gámez no sabe si existe un convenio entre los propietarios y los fotógrafos. “Es importante que se sepa que “El Balcón de Carlos” está totalmente acuerdo con ellos porque el edificio de enfrente pues les corresponde, a toda esa familia, y ellos han hecho acuerdo con los fotógrafos” precisó.
Los motivos de la protesta de la Casa de Ana en Callejón del Beso que envió a medios de comunicación son:
- Oídos sordos ante peticiones y demandas, en especial aquellos sobre acoso y violencia contra el personal del balcón haciendo énfasis a las mujeres trabajadoras.
- Hartazgo ante la impunidad e injusticia, ya que a pesar de las denuncias penales existentes ante el Ministerio Público y las autoridades regulatorias nada ha cambiado.
- Los estragos causados en la salud tanto física como mental, debido a los ataques verbales y físicos, el estrés causado y las constantes incidencias que han afectado de manera continua el bienestar del personal.
- La desigualdad de oportunidades para la oferta y promoción de sus productos que ponen a la propietaria y generan una desventaja económica muy grande.
- El hostigamiento al turista y la falta de información a la clientela que genera confusión y enojo a los mismos, llegando a causar conflictos. Tras este cierre, la propietaria señala que hasta no recibir órdenes de las autoridades que le garanticen seguridad y bienestar para ella y sus empleados el famoso balcón permanecerá cerrado. “Hasta que los ordenes tomen las decisiones para que me garanticen poder abrir mi negocio con seguridad física, económica y psicológica”, finalizó.
*Con información de MILENIO