Querétaro, Qro., 8 de julio de 2025.- Con el objetivo de preservar y fortalecer las tradiciones vivas de la Sierra Gorda queretana, la titular de la Secretaría de Cultura del estado (SECULT), Ana Paola López Birlain, encabezó la entrega de instrumentos y materiales complementarios a los talleres del Programa de Formación de Niñas, Niños y Jóvenes Huapangueros.
“Este programa, que hemos reactivado y fortalecido desde la Secretaría de Cultura, responde a un objetivo claro: recuperar nuestra responsabilidad institucional con la lírica, la música y las tradiciones populares de la Sierra Gorda y el Semidesierto queretano”, expresó la funcionaria durante el acto.
López Birlain destacó que este programa representa un motivo de orgullo, ya que surgió del reconocimiento a las comunidades, sus voces, sus músicas y al talento que florece desde la raíz. Actualmente, 108 niñas, niños y jóvenes de los municipios de Landa de Matamoros, Arroyo Seco, Jalpan de Serra, Pinal de Amoles, Peñamiller, San Joaquín y Tolimán participan activamente en el aprendizaje, interpretación y transmisión del son huasteco y arribeño.
Además, subrayó que lo valioso del programa no es sólo lo que se enseña, sino el cómo: mediante el acompañamiento de maestras y maestros portadores del conocimiento tradicional, quienes también reciben reconocimiento por su labor como formadores culturales.
La entrega de violines, jaranas, quintas huapangueras, cuerdas, fundas y afinadores no es sólo un acto simbólico, remarcó la titular de Cultura, sino una inversión tangible que fortalece los procesos formativos y garantiza la continuidad del programa, reafirmando el compromiso de trabajar de la mano con las comunidades y avanzar hacia una verdadera descentralización de la cultura.
Finalmente, recordó que Querétaro será sede del XXVIII Festival de la Huasteca, que se celebrará del 16 al 19 de octubre en el municipio de Jalpan de Serra, evento que reunirá expresiones artísticas, lenguas originarias y tradiciones que dan identidad a la región.
“Lo que hoy entregamos no es sólo material: es continuidad, arraigo y comunidad. Es un paso más para que el huapango no sólo se escuche, sino que se herede, se viva y se sienta con fuerza en el corazón de las nuevas generaciones”, concluyó.
Redacción / Sociales 3.0
