Querétaro, Qro., 21 de agosto de 2025.- La tendencia “Ojitos Mentirosos” toma fuerza en Querétaro como expresión social al ritmo de cumbia.
Lo que inició como una simple tendencia en TikTok ha cobrado un significado mucho más profundo en distintas regiones del país. La canción “Ojitos Mentirosos”, popularizada en los noventa por Tropicalísimo Apache, ha regresado en forma de movimiento.
Ahora, se puede ver a jóvenes con el rostro pintado de payaso que caminan por calles, plazas y barrios al ritmo de cumbia, mientras la cámara captura algo más que una estética viral.
En Querétaro, la tendencia ya ha tomado fuerza. Municipios como Corregidora, San Juan del Río y la capital han sido escenario de decenas de videos donde lo visual se mezcla con lo simbólico.
Se han grabado escenas en espacios icónicos como la Pirámide de El Pueblito, los andadores del Centro Histórico de la capital y la plaza principal de San Juan del Río. Todos estos lugares, normalmente asociados con el turismo o la vida cotidiana, se transforman en escenarios que reflejan la lucha, la esperanza y la melancolía.
Este fenómeno toma su fuerza visual de la película ‘Chicuarotes’ de 2019, dirigida por Gael García Bernal, donde dos adolescentes se pintan de payasos para enfrentar la marginación social en un barrio de Xochimilco. Esa imagen ha sido resignificada por miles de jóvenes en todo México, y ahora también en Querétaro, como una metáfora del esfuerzo silencioso de quienes viven entre la precariedad y la resiliencia.
Para muchas y muchos participantes, representa una forma de expresión. El usuario @ritaviralqro, cuya publicación ha obtenido casi 50 mil vistas, colocó en su descripción: “No solo es una tendencia, es la realidad de la vida mexicana, creada para ustedes, en especial para todas las personas foráneas que salen de su casa por un sueño, una meta y una mejor vida”
Aunque podría parecer solo un reto de redes sociales, funciona como espejo. En los videos se ve más que rostros maquillados: hay calles agrietadas, muros con grafitis, puestos ambulantes y arquitectura popular. Todo eso dialoga con una narrativa social que muchas veces queda fuera del encuadre principal de la ciudad.
MariLu Meza/Sociales 3.0