Joan Manuel Serrat anuncia su retiro tras 50 años de carrera

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Con una gira por sus 50 años de carrera artística, el cantante Joan Manuel Serrat de 77 años de edad, dio a conocer que se retirará de los escenarios. La gira que iniciará el 27 de abril de 2022 en Nueva York, incluirá América Latina y España, y concluirá el 23 de diciembre en Barcelona, la ciudad donde él Nació, según un comunicado de su empresa discográfica.

Bajo el título El vicio de cantar 1965-2022, este tour servirá para “despedirse personalmente del público con el que ha compartido vida y canciones durante más de medio siglo”. En esta entrevista realizada por EL PAÍS, explica la razón principal de su adiós y los detalles de la que será su última gira.

Pregunta. ¿Por qué ha decidido retirarse de los escenarios?

Respuesta. Primero, porque el encierro al que nos llevó esta pandemia que aún dura provocó la imposibilidad de continuar el oficio de cantar en público. Y, también, por la necesidad de recuperar la vida familiar, cumplir con cuestiones íntimas y necesarias. Siguiendo las normas del Eclesiastés: hay un tiempo para cada cosa. Ah, y yo no decidí dejarlo. Han sido los hechos que fueron ocurriendo después de aquella caída de Joaquín Sabina [12 de febrero de 2020] que nos obligó a abandonar una gira. Luego vino la covid… Las dificultades fueron distanciándome. Estaba cada vez más lejos de la actividad que hacía, y aunque no desde el sentimiento, lo cierto es que también estaba inevitablemente alejado de la gente. Lo que he decidido es despedirme en persona. No me gustó sentirme despedido por una plaga. Por eso me planteé ir al lugar más natural para hacerlo, con el público enfrente, lleno de gratitud y alegría.

P. ¿Qué memoria se llevará de todo esto?

R. La memoria es algo que habita en uno, aquí dentro está. Tuve suerte, nací en la mejor casa en la que podía haber nacido. Me crie con cariño y con buenos maestros. Dediqué tiempo a lo que me gustaba hacer, a lo que quería hacer y a lo que creía que debía haber. Vivo, hasta la fecha, una época gloriosa, en la que lo peor pasó en mi infancia y en la adolescencia. Y la infancia hace buena cualquier cosa. Mis hijos no han ido a la guerra y yo pude ver morir a mis padres. He tenido un oficio que me ha permitido conocer el mundo y conocer a gente magnífica y me ha hecho una persona querida por mucha gente. Dijéramos que hasta la fecha me he sentido un hombre bien querido y bien vivido. El amor me ha tratado muy bien, mis hijos están sanos y tengo cinco nietos que me aman y yo los amo. Ah, y Yuta [Tiffón, su mujer].

P. ¿Cómo será la gira de su adiós?

R. Una de las cosas más importantes que me ha dado mi oficio es la posibilidad de viajar. Y la de viajar, la posibilidad de tener amigos en muchos lugares que me han ayudado a descubrir y valorar las cosas. Por eso la gira la planteo de forma que los lugares comunes, los amigos que quedan y los que se fueron, las comidas, las bebidas, los paisajes y los recuerdos tienen un gran peso. Sobre todo, quiero despedirme personalmente de ellos.

P. ¿Alguna melancolía?

R. La va a representar aquello que pase a medida que me la vaya encontrando. Yo me despediré el 23 de diciembre en Barcelona. Pero hasta llegar ahí quiero recorrer muchos caminos.

P. ¿América Latina?

R. ¡También! ¡Qué sería de mí sin América Latina!… Quiero hacer un espectáculo durante el cual no se le caiga a la gente la sonrisa de los labios… Habrá 20, 30 canciones, y no sé cuáles van a ser. Iré acompañado de mi equipo de siempre. Técnicos, músicos, iluminadores, los mismos de siempre… ¡Hasta yo voy a ser el mismo! ¿Colegas? No lo sé. Se podrían hacer muchas cosas.

P. ¿El principio de la despedida?

R. En el Beacon Theatre de Nueva York, el 25 o el 27 de abril. Ahí he estado otras veces, muy neoyorquino… Luego Sudamérica. En verano estaremos en España. Mi propósito no es solo despedirme de todos aquellos que me han tratado bien a lo largo de los años, sino hacerlo en los sitios donde están. Me despediré, y ya no volveré a tocar. Volveré a los sitios, saludaré, comeré, pero ya no volveré a los escenarios. Tocaré y compondré en casa, es posible que grabe un disco. Pero no volveré a los escenarios. Hay que hacerlo en algún momento. En el confinamiento me fijé en los árboles, en los pájaros. Y sobre todo leí mucho. Lo estaba dejando. Y me despediré no a la francesa, sino como corresponde.

Buscaba en las personas lo mismo que en su música y por eso sus canciones, desde las que hizo él mismo hasta las que le vinieron de fuentes ajenas y de poetas que él ha admirado,son un homenaje a la honestidad y a la valentía, a las cosas “sencillas y tiernas” que marcan su vida desde que era un muchacho en el Poble Sec de Barcelona. Hijo de padres humildes, la madre era una mujer de cuna republicana, de familiares represaliados en la guerra y después, y el padre fue lampista. Serrat no permitió nunca que lo que aprendió en casa se evaporara a lo largo de su camino, que a veces se hizo cuesta arriba aunque él se empeñara en hacerlo a pie… Aspiró siempre, dijo en este periódico cuando cumplió los 60, “a haber sido capaz de conservar a aquel que fui, lo que aprendí en mi casa”. Tuvo, además, “la suerte de tener buenos maestros” y de haber complementado lo que fue asimilando con todo aquello que le ha ido ocurriendo.

Desde el principio de su trayectoria como músico cantó ese pasado que sigue siendo materia de sus evocaciones y de sus convicciones, pues las cosas que le conmueven resultaron ser las cosas por las que se mueve, las que le empujan, desde el mar Mediterráneo, al que dedicó la más potente, sencilla y exitosa de sus canciones, hasta aquella mujer de Belchite, su madre, cuya historia es un símbolo dramático de la Guerra Civil. “Se muere el novio antes de la boda; sale del pueblo para trabajar en Barcelona; estalla la guerra cuando está en Barcelona; fusilan a su padre y a su madre; 30 miembros de su familia son ejecutados, asesinados en el pueblo; ella se dedica durante la guerra a recoger niños y a viajar con ellos por toda España, de arriba abajo; vuelve a Barcelona; se casa con mi padre; vive la tragedia de todos los años de la posguerra, la escasez, el miedo, la persecución”

Trayectoria 

Serrat (Barcelona, 1943) es cantautor y compositor con una carrera musical de más de 50 años. Autor de la canción Mediterráneo, considerada una de las mejores canciones en español de todos los tiempos.

Inició su carrera cantando folklore catalán, copla española y se le considera un pionero de lo que se conoce como la Nova Cancó catalana. Su primera actuación en público fue el 18 de febrero de 1965 en el programa Radioescope de Radio Barcelona.

Joan Manuel Serrat se exilió en México durante meses por sus duros enfrentamientos con la dictadura de Francisco Franco, en particular cuando le prohibieron una actuación en Eurovisión porque lo cantaría en catalán. Volvió a España tras la muerte de Franco, cuando el país se abrió a la transición democrática.

Su última actuación en concierto tuvo lugar en febrero de 2020, como parte de la gira conjunta con su amigo y compañero Joaquín Sabina. Fue el 12 de febrero, en el segundo concierto en Madrid donde el artista jienense sufrió una caída al foso que obligó a su hospitalización y a una larga convalecencia.

Serrat ha sido galardonado en 2009 con el I Premio Nacional de las Músicas Actuales, ha recibido otras distinciones como ser nombrado como caballero de la Legión de Honor de la República Francesa; la concesión de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, la Encomienda del Mérito Civil y el premio de Honor de los Premios de la Música.

Ha publicado más de 30 discos en estudio desde la grabación en 1967 de Ara que tinc vint anys, en 1969 grabó Dedicado a Antonio machado, poeta; y Miguel Hernández en 1971, en las que puso música a los versos de los literatos. En 1970 grabó Mediterráneo, que fue editado en 1971.