La Alameda Hidalgo es un espacio de distracción de esparcimiento de cruce de caminos. Pero no para todos. Giorgio Falconi es un ciudadano peculiar que encuentra en este espacio la inspiración para crear y así dar rienda suelta a su pasión: la pintura.
“¡Para mí el arte es todo! Lo que es la pintura y la escultura, y entonces con eso ya yo le digo a la gente que se entusiasme, que deje un poquito el tiempo de estar de ocio para buscar un libro, leerlo.”
Por ello invita a los jóvenes a descubrir el mundo de las artes a través de los ojos de grandes artistas mexicanos
“Aquí en México hay mucho pintor, pero nadie los reconoce porque a la gente no les interesa. Ven una pintura bonita ‘Ay que bonita y todo’ pero ya hasta ahí.”
Y aunque la pintura es su pasión, se gana la vida gracias a trabajos de carpintería con el que no sólo se mantiene, sino que aprovecha para comprar material que le permita plasmar desde bodegones, hasta paisajes y retratos en su pintura.
“Lo que pasa es que se ha hecho un poco difícil la situación y pues casi no deja la pintura. Es decir, lo hago más por arte. Porque pienso más adelante poner una especie de escuelita para enseñar a la gente a pintar. ¡Gratis!”, señaló.
“Yo no cobro caro por las pinturas, yo cobro barato, precios cómodos. Yo no quiero hacerme rico, ni famoso, yo lo que quiero es tener trabajo y estar bien con el pueblo. Porque yo lo que pinto es para el pueblo.”
Alejandro Sánchez y Fabiola Mendoza / Sociales 3.0
