El arte pictórico en la historia del mundo

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Querétaro, Qro., 20 marzo de 2021.- Hoy te llevaremos a recorrer un poco de la historia del mundo a través del arte pictórico con algunas de las obras maestras de grandes artistas que han transmitido por décadas  su forma de ver y sentir por medio de sus pinceladas. 

En “La despedida” (Óleo sobre cobre 28×30 cm) de Lancret, se puede observar una de las características de la pintura holandesa de género del siglo XVII, donde se relata la historia de un recibimiento, al fondo una mujer trabajando y la deslumbrante pareja en primer plano conversando, un perro comiendo del piso y el resto de la habitación decorada con elementos de la naturaleza. 

Rafael (1483- 1520) cuyo nombre en realidad era Raffaello de Santi, recibió su primera formación artística de su padre, el también pintor y poeta. Entre sus obras más importantes ó más reconocidas se encuentra “La escuela de Atenas”  el cual se encuentra en el Museo del Vaticano (fresco, anchura de la base 770 cm), en este trabajo se puede observar como Aristóteles y Platón, conviven y charlan con otros filósofos. Ésta escena simboliza la filosofía, que junto con el derecho, la medicina y la teología, comenzaban a constituir las cuatro disciplinas de aquella época. Dicho fresco se expande por el techo interpretando las cuatro materias mencionadas, en la pared opuesta figura la Disputa del Sacramento, con la iglesias triunfante y militante.

“Las tres gracias” (Óleo sobre lienzo) de Rubens, que pintó en un lapso de dos años (1636 a 1638) ahora se encuentra resguardado en el Museo del Prado en Madrid. Las hijas de Zeus y Eurinome, conocidas como las tres gracias, fueron representadas durante el Renacimiento Botticelli, Rafael y otros; en este caso Rubens, presenta los desnudos de cuerpo completo, como un himno a la feminidad.

La misteriosa mujer sonriendo, en la obra del gran artista de la historia Leonardo Da Vinci “Retrato de Mona Lisa o La Gioconda” (Óleo sobre tabla 77 x 53 cm), la cual sin duda alguna goza de una gran fama en todo el mundo, también la rodea un gran misterio, desde su identidad hasta su enigmática sonrisa.

“Los siete pecados capitales, hacia 1480” (Óleo sobre tabla 120 x 150 cm) se caracteriza por una tipología y una composición única.  En el círculo que está al centro se logran apreciar los siete pecados capitales, ilustrado con pequeñas escenas de género, mientras que las imágenes rotuladas con títulos latinos simbolizan en el sentido de las manecillas de reloj: gula, pereza, lujuria, soberbia, ira, envidia, finalizando con la avaricia, y justo en el centro se encuentra Cristo. La representación en forma de ojo, así como los textos pretenden hacerte recordar que nada se le escapa al ojo divino, por otra parte los medallones que están en los extremos, representan las conocidas postrimerías: la muerte, juicio universal, infierno y el cielo.

Zaira Montoya /Sociales 3.0