Colores, baile y fe son parte de una tradición en Querétaro con las que cientos de concheros expresan su devoción a la Santa Cruz.
Durante tres días, las danzas, peregrinaciones y ofrendas llegan al cerro de Sangremal como una manda histórica.
Por segundo año la pandemia ha limitado la participación, en donde las mesas de concheros muestran su fe, mezclada con medidas sanitarias y aunque son pocos en cantidad, su fervor vibra con cada movimiento.
¿Conocías esta tradición ancestral?