María Alemán Muñoz Castillo entregada al servicio público desde hace 12 años, platica para Sociales 3.0 y ADN Informativo que es una mujer estudiosa, apasionada por los deportes y quien disfruta de una buen mezcal por ser una tradición heredada de su familia.
Con doce años de trayectoria en la política se considera una persona con una vocación real para el servicio público. “Entrego mi alma, mi energía, mi corazón y lo hago con profundo amor”.
Revela que desde muy niña tenía mucha claridad en lo que quería hacer en la vida y por ello decidió estudiar abogacía. Hoy que encabeza la candidatura a la presidencia municipal de Querétaro por el Partido Revolucionario Institucional, reconoce que ella no vivió el partido del que todo mundo habla cuando siendo candidato de ese partido, era un hecho que ganarías la elección; así que trazó y visualizó muy bien su ruta desde los inicios de su carrera para estar en el lugar que ocupa en este momento.
Alemán Muñoz nos confesó que toda su familia y amigas, a quienes considera grandes pilares en su vida, la están apoyando en campaña; misma que tuvo miedo de no poder vivir por el accidente que sufrió a principios de año, y que pudo imposibilitarla a continuar sus planes. Admitió que se cuestionó lo sucedido pero entendió que debía soltar un poco el “control de las cosas” y delegar responsabilidades con su equipo, lo que los han fortalecido y conformado como una “gran familia”.
Practica varios deportes entre los que destacan el yoga y la escalada que describió como un deporte donde se logra la meditación activa que le permite enfocarse en el momento presente y le ha otorgado gran control emocional y mental.
Con una ruta bien trazada luego de ser regidora, diputada local, diputada federal y hoy candidata a la alcaldía, María Alemán habló con emoción de cuanto disfruta caminar y recorrer la ciudad escuchando y atendiendo las demandas ciudadanas. Sin duda, una charla que nos permitió conocer a una María más sensible, y comprometida de la que ya conocíamos dentro de la política.
Rosalba D’Elía / Sociales 3.0