Querétaro, Qro., 26 de octubre de 2025.- La noche trajo consigo el instante que muchos creían imposible, Billy Idol en Querétaro, se cumplió el sueño rockero de muchos. El icónico artista entregó su punk-rock con la misma potencia de siempre, inscribe su nombre en la historia del festival.
Enjambre se reencontró con un público que pedía a gritos su regreso. La banda generó una “Manía Cardiaca” de emociones mientras los asistentes, entre el recuerdo y la euforia, celebraban la reunión, un abrazo musical que sanó cualquier herida.
La tranquilidad de la noche se rompió con el boom de Zoé. La banda regresó para demostrar su dominio escénico en compañía de los gritos de miles de fanáticos que rompen el silencio. El setlist de rock alternativo ofreció un recorrido por himnos que dejó a la gente con una mezcla de “Luna”, “Labios Rotos” o simplemente la emoción de Zoé.
El flow urbano y la energía de Latin Mafia encendió la “Ciudad de las luces”. Milton, Emilio y Mike entregaron una presentación impecable, cerraron una noche que se sientió perfecta y vibrante con sus géneros urbanos y electrónicos, mientras su música es la banda sonora de la juventud que celebra la vida.
Empire of the Sun ofreció una experiencia sensorial que es más que un concierto, un mar de electropop y visuales que inunda el autódromo. Su presentación especial en Querétaro se graba a fuego en la memoria de los presentes, un auténtico viaje sonoro.
El cierre de la noche llegó con sabor a barrio y tradición, La Maldita Vecindad, que al ritmo de “Kumbala” y “Pachuco”, la banda maestra mezcla rock, ska y danzón. El público, sin importar la edad, se unió en un baile colectivo; cerró la jornada con una mezcla de nostalgia y pura celebración mexicana.
Y cuando ya todo parecía haber terminado, la nostalgia se apoderó de Pulso GNP ¡Se arma el bailongo! Caballo Dorado irrumpió con sus clásicos de country y tex-mex. La gente, agotada, pero feliz, se unió en la coreografía inevitable, un broche de oro inesperado que recuerda que la fiesta no termina hasta que suena el último acorde.
Así concluyó esta odisea de sonidos, beats y ritmos en Querétaro. Pulso GNP 2025 se despidió, dejó la garganta ronca, los pies cansados y un corazón que late al ritmo de lo que fue una jornada memorable que abrazó una amplia variedad de géneros musicales, ¡Nos vemos en el 2026! es el letrero que despide a los melómanos que una vez más hicieron posible este festival.
Marilú Meza/ADN Informativo










